El pasado día 14 de junio, presidido por S.M. el Rey, tuvo lugar el Capítulo bianual de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo, en el marco del Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial (Madrid). La orden fue instituida en 1814 por el monarca Fernando VII como premio a la constancia en el servicio militar. El Real Monasterio está vinculado con San Hermenegildo y en él se custodia la principal reliquia del Santo.
Felipe VI como Soberano de la Orden, pasó revista a las tropas y recibió el saludo de las autoridades civiles y militares asistentes, procediendo a continuación, a imponer las condecoraciones correspondientes a los ascensos y nuevos ingresos de Caballeros y Damas en la Real y Militar Orden, en las categorías de Gran Cruz, Placa, Encomienda y Cruz. Siguió un homenaje a los que dieron su vida por España y un desfile de la Guardia Real ante S.M. el Rey.
Los solemnes actos continuaron con un acto religioso en la Basílica, celebrado por el Arzobispo Castrense, Monseñor Juan Antonio Aznárez. Seguido del Capítulo de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo.
Los actos contaron con la representación de numerosas autoridades y personalidades, militares, como el Jefe de Estado Mayor de la Defensa, Teodoro E. López Calderón, y el Gran Canciller de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo, el General de Ejército D. Jaime Domínguez Buj, así como la Alcaldesa de San Lorenzo Dª Carlota López Esteban.
Estuvieron asimismo presentes las principales órdenes de caballería y corporaciones nobiliarias españolas. Representando a la Maestranza de Caballería de San Fernando acudieron el Vicepresidente 3º, D. José María de Sandoval y González de Tejada, con el secretario de La Maestranza, D. David Huidobro Sanz.
También hubo una amplia representación de instituciones y pueblo de San Lorenzo del Escorial, que tuvieron una tribuna en la lonja, en la que los vecinos del pueblo han podido acceder con su correspondiente invitación repartida por el Ayuntamiento.
Finalmente, tuvo lugar un cóctel en uno de los patios del Palacio, donde hubo ocasión de saludar a S.M. El Rey así como al Gran Canciller y demás autoridades, que estuvieron presentes, hasta el final.